Fusilado: Stephen Vizinczey

Luego del levantamiento húngaro de 1956 Stephen Vizinczey tuvo que huir de su país. Llegó a Canadá y de allí pasó a Estados Unidos. Ahora vive en Londres. Se le compara con Conrad y Nabokov, escritores de Europa Oriental que adoptaron el inglés y lo renovaron. Con el último comparte también una anécdota biográfica: los padres de ambos fueron asesinados por extremistas. Autor de las novelas En brazos de la mujer madura, Un millonario inocente y El hombre del toque mágico, y del volumen de ensayos Verdad y mentira de la literatura, Vizinczey es una voz para tener en cuenta en el panorama literario contemporáneo.

Apenas conocía de título sus novelas (bastante llamativos por cierto), nunca había leído nada de este autor nacido en 1933. El texto que viene fue una recomendación de Luis H. Aristizábal, que como siempre dio en el blanco. Lo comparto con ustedes.


Los diez mandamientos de un escritor

Escribí esto en respuesta a un ruego de Raymond Lamont-Brown, director de Writers’ Monthly, que me pidió algo lleno de consejos sensatos y prácticos para quienes son en muchos casos novatos en la ocupación de escribir.

1. No beberás ni fumarás ni te drogarás
Para ser escritor necesitas todo el cerebro que tienes.


2. No tendrás costumbres caras
Un escritor nace del talento y del tiempo... tiempo para observar, estudiar, pensar. Por consiguiente, no puede permitirse el lujo de desperdiciar una sola hora ganando dinero para cosas no esenciales. A menos que tenga la suerte de haber nacido rico, es mejor que se prepare para vivir sin demasiados bienes terrenales. Es cierto que Balzac obtenía una inspiración especial de la compra de objetos y la acumulación de enormes deudas, pero la mayoría de personas con hábitos caros son propensas a fracasar como escritores.

A la edad de veinticuatro años, tras la derrota de la Revolución húngara, me encontré en Canadá con unas cincuenta palabras de inglés. Cuando me di cuenta de que era un escritor sin una lengua, subí en ascensor al último piso de un alto edificio de Dorchester Street en Montreal, con la intención de arrojarme al vacío. Al mirar hacia abajo desde la azotea, con terror ante la idea de morirme, pero todavía más de romperme la columna vertebral y pasar el resto de mi vida en una silla de ruedas, decidí tratar de convertirme en un escritor inglés. Al final, aprender a escribir en otra lengua fue menos difícil que escribir algo bueno y viví durante seis años al borde de la miseria antes de estar listo para escribir En brazos de la mujer madura.

No podría haberlo hecho si me hubiesen interesado los trajes o los coches... en realidad, si no hubiera visto otra alternativa que la azotea de aquel rascacielos. Algunos escritores inmigrantes que conocía trabajaban como camareros o vendedores para ahorrar dinero y crearse una “base financiera” antes de intentar ganarse la vida escribiendo; uno de ellos posee ahora toda una cadena de restaurantes y es más rico de lo que yo pueda llegar a ser en mi vida, pero ni él ni los otros volvieron a escribir. Es preciso decidir qué es más importante para uno: vivir bien o escribir bien. No has de atormentarte con ambiciones contradictorias.


3. Soñarás y escribirás y soñarás y volverás a escribir
No dejes a nadie decirte que estás perdiendo el tiempo cuando tienes la mirada perdida en el vacío. No existe otra forma de concebir un mundo imaginario.

Nunca me siento ante una página en blanco para inventar algo. Sueño despierto con mis personajes, sus vidas y sus luchas, y cuando una escena se ha desarrollado en mi imaginación y creo saber qué han sentido, dicho y hecho mis personajes, tomo pluma y papel e intento relatar lo que he presenciado.

Una vez escrito mi relato, a mano y a máquina, lo leo y encuentro que la mayor parte de lo escrito es (a) confuso o (b) inexacto o (c) tedioso o (d) sencillamente no puede ser verídico. Así, utilizo el borrador mecanografiado como una especie de informe crítico de lo que he imaginado y vuelvo a soñar mejor toda la escena.

Fue este modo de trabajar lo que me hizo comprender, cuando aprendía inglés, que mi principal problema no era la lengua, sino, como siempre, el ordenar las cosas en mi cabeza.


4. No serás vanidoso
La mayor parte de los libros malos lo son porque sus autores están ocupados en tratar de justificarse a sí mismos. Si un autor vanidoso es alcohólico, el personaje de su libro descrito con mayor simpatía será un alcohólico. Este tipo de asunto es muy aburrido para los extraños. Si crees ser sabio, racional, bueno, una bendición para el sexo opuesto, una víctima de las circunstancias, es porque no te conoces a ti mismo lo suficiente para escribir.

Dejé de tomarme en serio a la edad de veintisiete años y desde entonces me he considerado sencillamente materia prima. Me utilizo del mismo modo que se utiliza a sí mismo un actor: todos mis personajes –hombres y mujeres, buenos y malos– están hechos de mí mismo más la observación.


5. No serás modesto

La modestia es una excusa para la chapucería, la pereza, la complacencia; las ambiciones pequeñas suscitan esfuerzos pequeños. Nunca he conocido a un buen escritor que no intentara ser grande.


6. Pensarás sin cesar en los que son verdaderamente grandes
“Las obras del genio están regadas con sus lágrimas”, escribió Balzac en Ilusiones perdidas. Rechazo, mofa, pobreza, fracaso, una lucha constante contra las propias limitaciones..., tales son los principales sucesos en las vidas de la mayoría de grandes artistas, y si aspiras a compartir su destino, debes fortalecerte aprendiendo de ellos.

Yo me he animado con frecuencia al releer el primer volumen de la autobiografía de Graham Greene, Una especie de vida, que trata de sus primeras luchas. También he tenido ocasión de visitarle en Antibes, donde vive en un pequeño piso de dos habitaciones (un lugar diminuto para un hombre tan alto) con los lujos de un aire suave y una vista del mar, pero pocas posesiones aparte de libros. Parece tener pocas necesidades materiales y estoy seguro de que esto tiene algo que ver con la libertad interior que emana de sus obras. Aunque afirma que ha escrito sus “entretenimientos” por dinero, es un escritor dirigido por sus obsesiones sin hacer caso de modas cambiantes e ideologías populares, y esta libertad se comunica a sus lectores. Uno se siente liberado del peso de los propios compromisos, al menos mientras lo lee. Esta clase de logro sólo es posible para un escritor de costumbres espartanas.

Ninguno de nosotros tiene oportunidad de conocer personalmente a muchos grandes hombres, pero podemos estar en su compañía leyendo sus memorias, diarios y cartas. Hay que evitar, sin embargo, las biografías, en especial las que han sido convertidas en películas o series de televisión. Casi todo lo que nos llega sobre los artistas a través de los medios de comunicación es pura palabrería, escrita por perezosos autores mercenarios que no tienen la menor idea del arte ni del trabajo duro. El ejemplo más reciente es Amadeus, que intenta convencernos de que es fácil ser un genio como Mozart y muy difícil ser una mediocridad como Salieri.

Hay que leer, en cambio, las cartas de Mozart. En cuanto a literatura específica sobre la vida del escritor, yo recomendaría Una habitación propia, de Virginia Woolf, el prefacio de La dama morena de los sonetos de Shaw, Martin Eden de Jack London y, sobre todo, Ilusiones perdidas de Balzac.


7. No dejarás pasar un solo día sin releer algo grande
En mi adolescencia estudié para ser director de orquesta y de mi educación musical adopté una costumbre que considero esencial para los escritores: el estudio constante y diario de las obras maestras. La mayor parte de los músicos profesionales de cierta categoría conocen de memoria centenares de partituras; la mayor parte de los escritores, en cambio, sólo tienen el más vago recuerdo de los clásicos, lo cual explica que haya más músicos expertos que escritores expertos. Un violinista que poseyera la pericia técnica de la mayor parte de los novelistas publicados, no encontraría nunca una orquesta donde tocar. Lo cierto es que sólo absorbiendo las obras perfectas, los modos específicos inventados por los grandes maestros para desarrollar un tema, construir una frase, un párrafo, un capítulo, se puede aprender todo lo que hay que aprender sobre la técnica.

Nada de lo que ya se ha hecho puede decirte cómo hacer algo nuevo, pero si comprendes las técnicas de los maestros, tienes una mayor posibilidad de desarrollar las propias. Para decirlo en términos de ajedrez: aún no ha existido un gran maestro que no conociera de memoria las partidas de campeonato de sus predecesores.

No se debe cometer el error común de intentar leerlo todo para estar bien informado. Estar bien informado sirve para brillar en las fiestas, pero resulta absolutamente inútil para un escritor. Leer un libro para poder charlar sobre él no es lo mismo que comprenderlo. Es mucho más útil leer una y otra vez unas cuantas grandes novelas hasta comprender por qué son buenas y cómo las han construido los escritores. Hay que leer una novela unas cinco veces para comprender su estructura, qué la hace dramática y qué le presta ritmo e impulso. Sus variaciones en compás y escala de tiempo, por ejemplo: el autor describe un minuto en dos páginas y luego cubre dos años con una frase... ¿por qué? Cuando hayas comprendido esto, sabrás realmente algo.

Cada escritor elegirá sus propios favoritos entre aquellos de quienes cree que puede aprender más, pero desaconsejo con firmeza la lectura de novelas victorianas, que están infestadas de hipocresía e hinchadas de redundancias. Incluso George Eliot escribió demasiado sobre demasiado poco.

Cuando te sientes tentado de escribir cosas superfluas, deberás leer los relatos de Heinrich von Kleist, quien dijo más con menos palabras que cualquier otro escritor en la historia de la literatura occidental. Lo leo constantemente, así como a Swift y a Sterne, a Shakespeare y a Mark Twain. Por lo menos una vez al año releo algunas obras de Pushkin, Gógol, Tolstoi, Dostoyevski, Stendhal y Balzac. A mi juicio, Kleist y estos novelistas franceses y rusos del siglo XIX son los más grandes maestros de la prosa, una constelación de genios no superados como los que encontramos en la música, de Bach a Beethoven, y todos los días intento aprender algo de ellos. Ésta es mi “técnica”.

8. No adorarás Londres/Nueva York/París
Conozco a menudo aspirantes a escritores de lugares apartados que creen que las personas que viven en las capitales de los medios de comunicación tienen, sobre el arte, alguna información interna especial que ellos no poseen. Leen las páginas de críticas literarias, ven programas sobre arte en televisión para averiguar qué es importante, qué es el arte en realidad, qué debería preocupar a los intelectuales. El provinciano suele ser una persona inteligente y dotada que acaba por adoptar la idea de algún periodista o académico de mucha labia sobre lo que constituye la excelencia literaria, y traiciona su talento imitando a retrasados mentales que sólo tienen talento para medrar.

Aunque vivas en el quinto infierno, no hay razón para sentirte aislado. Si posees una buena colección de ediciones en rústica de grandes escritores y no dejas de releerlos, tienes acceso a más secretos de la literatura que todos los farsantes de la cultura que marcan el tono en las grandes ciudades. Conozco a un destacado crítico de Nueva York que no ha leído nunca a Tolstoi y además está orgulloso de ello. No hay que perder tiempo, por lo tanto, preocupándote por lo que está de moda, el tema idóneo, el estilo idóneo o qué clase de cosas ganan los premios. Cualquier persona que haya tenido éxito en literatura, lo ha conseguido en sus propios términos.


9. Escribirás para complacerte a ti mismo
Ningún escritor ha logrado jamás complacer a lectores que no estuvieran aproximadamente en su mismo nivel de inteligencia general, que no compartieran su actitud básica ante la vida, la muerte, el sexo, la política o el dinero. Los dramaturgos son afortunados: con ayuda de los actores, pueden extender su mensaje hasta más allá del círculo de los espíritus afines. No obstante, hace sólo un par de años leí en los periódicos americanos las críticas más condescendientes de Medida por medida... la obra en sí, ¡no la producción! Si Shakespeare no puede complacer a todo el mundo, ¿por qué intentarlo siquiera nosotros?

Esto significa que no vale la pena esforzarte por interesarte en algo que te resulta aburrido. Cuando era joven perdí mucho tiempo intentando describir vestidos y muebles. No sentía el menor interés por los vestidos ni por los muebles, pero Balzac experimentaba hacia ellos un apasionado interés, que consiguió comunicarme mientras le leía, así que pensé que debía dominar el arte de escribir excitantes párrafos sobre armarios si quería ser algún día un buen novelista. Mis esfuerzos estaban condenados y agotaron todo mi entusiasmo por aquello que me había propuesto escribir en primer lugar. Ahora sólo escribo sobre lo que me interesa. No busco temas: cualquier cosa en la que no pueda dejar de pensar es mi tema. Stendhal dijo que la literatura es el arte de la omisión, y omito todo lo que no me parece importante. Describo a las personas sólo en los términos de sus acciones, afirmaciones, ideas, sentimientos que me hayan escandalizado/intrigado /divertido/deleitado a mí mismo o a otros.

No es fácil, por supuesto, ser fiel a lo que realmente nos importa; a todos nos gustaría ser considerados personas llenas de curiosidad por todo. ¿Quién asistió jamás a una fiesta sin fingir interés por algo? Pero cuando escribes tienes que resistir la tentación, y cuando lees lo que has escrito, siempre debes preguntarte: “¿Me interesa de verdad esto?”.

Si te complaces a ti mismo –a tu yo verdadero, no a un concepto imaginario de ti mismo como la más noble de las personas que sólo se preocupan por los niños hambrientos de África–, tienes la posibilidad de escribir un libro que agrade a millones. Esto es así porque, quienquiera que seas, hay en el mundo millones de personas más o menos parecidas a ti. Pero nadie quiere leer a un novelista que no piense realmente lo que escribe. El best sellter más ramplón tiene una cosa en común con una gran novela: ambos son auténticos.


10. Serás difícil de complacer
La mayoría de los libros nuevos que leo se me antojan a medio terminar. El escritor se contentó con hacer su trabajo más o menos bien y luego pasó a algo nuevo. Para mí, escribir empieza a ser emocionante de verdad cuando vuelvo a un capítulo un par de meses después de haberlo escrito. En esta fase lo miro menos como autor que como lector, y por muchas veces que reescribiera originalmente el capítulo, todavía encuentro frases que son vagas, adjetivos que son inexactos o superfluos. De hecho, encuentro escenas enteras que, aunque ciertas, no añaden nada a mi comprensión de los personajes o de la historia y, por consiguiente, pueden eliminarse.

Es en este punto cuando examino el capítulo durante el tiempo suficiente para aprendérmelo de memoria –lo recito palabra por palabra a cualquiera dispuesto a escuchar– y si no puedo recordar algo, suelo descubrir que no era correcto. La memoria es un buen crítico.


Publicado originalmente en Writers’ Monthly, julio 1985.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
efectivamente.
APG ha dicho que…
Siempre supimos que no éramos escritores; ahora, sólo lo corroboramos.

Excelente post. Gracias.

Saludos desde Baires,
APG
En brazos de la mujer madura es como Lolita, pero al revés, un libro de mujeres mayores con un joven.
JuanDavidVelez ha dicho que…
Esta muy bacano eso.

Una vez en un "dominical" salio un pedazo de en brazos de la mujer madura, fue hace mucho, en mi recuerdo era algo asi como lo de Andreita la chica que cuenta sus aventuras en soho, era muy bacano.
Camilo Jiménez ha dicho que…
El título es muy sugestivo. Ya lo encargué... Además estos mandamientos me parecieron de lo más sensatos.
Esteban Dublín ha dicho que…
Qué bueno.

Es una gran lección para mí el aparte número siete.
Alejandro Ramírez Giraldo ha dicho que…
Muy buenos esos mandamientos y son de una sensatez extraordinaria.No obstante, pienso que cada escritor debe forjarse sus propias reglas aunque no está de más escuchar lo que dicen los demás.

http://cuentominicuento.blogspot.com/
lenin pérez pérez ha dicho que…
Invalorable fusil.
Samuel Andrés Arias ha dicho que…
Mucho mejor, sobretodo, mucho más útiles y sensatos que otros "decálogos". Buen fusilado.
Jorge Mario Sánchez ha dicho que…
El primer consejo me deprimió bastante.

En general, muy buen post, me gusta que Vizinczey abogue por los clásicos y no por las novedades, lo contrario a lo que estamos haciendo todos ahora (leemos lo último que salga, lo que esté de moda, pero jamás consultamos a Shakespeare).
Johan Bush Walls ha dicho que…
Esos viejitos siempre tienen razón.

Muy buen fusilado, recuerdan ustedes que al mismo tiempo que los franceses escribían el surrealismo, en un pueblito de Perú, un tipo que respondía al nomber de César Vallejo inventaba para sí mismo el surrealismo.

Me quedo con el 9.

Salú pue.
MIDNIGHT MEETING ha dicho que…
Es usted el mismo que escribió la crítica en contra de El Colombiano en la revista El Malpensante? En caso afirmativo, reciba mis elogios, aunque sé que por falta de espacio fue generoso en sus apuntes. En caso contrario, olvidelo.
Apelaez ha dicho que…
Todos dicen que hay que leer los clásicos. Seria bacano que delimitaran un tanto el termino, sobre todo para uno, que no tiene ni tiempo ni plata para andar leyendo el mahabarata o las obras completas de Tucidides.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Acepto el reto Peláez y le doy diez clásicos en prosa que para mí son imperdibles (sin ningún orden, como me van saliendo):
1. La isla del Tesoro
2. El Quijote
3. Rojo y negro
4. El conde de Montecristo
5. Cumbres borrascosas
6. Orgullo y prejuicio
7. Vuelta de tuerca
8. Los hermanos Karamazov
9. Los cuentos de Poe
10. Moby Dick

la lista podría ser de 20, pero estos se me vinieron de inmediato a la cabeza cuando pensé en clásicos que hay que leer y releer. Y teniendo en cuenta, claro, apenas en el siglo XIX y un poco más atrás. Habría otros del siglo pasado, y otros (menos) de la Antigüedad clásica.

Sabroso el jueguito, a ver si alguien más se anima a hacer la lista de 5 o de 10 (o de 3 o 7, como sea) y armamos una especie de canon de clásicos de 'El ojo en la paja'.
Apelaez ha dicho que…
Los mios:

1. Los cuentos de Borges
2. La iliada
3. La piedra lunar
4. Los cuentos de Poe
5. La metamorfosis
6.
Sebastián ha dicho que…
Camilo, gran entrada. De Stephen Vizinczey había leído "En brazos de la mujer madura" (y hasta lo sigo poniendo en práctica), pero no conocía tan interesantes reflexiones sobre la vida literaria. Cachetadas para los neófitos, porque lo primero que aprenden los escritores en ciernes es a ser vanidados. Dejar de tomarnos en serio. Ser sangre-liviana. Que acendren como un jugo los argumentos, las imágenes, y luego poner play... saludos
Johan Bush Walls ha dicho que…
Ahí le van unos clásicos, entendiendo lo clásico como lo que fija una ruta a seguir, no por su antigüedad

1.Gargantua y Pantagruel
2.Los cuentos de Chejov
3.Ulises de Joyce
4.Shakespeare
5.Todo Nietzche
6.El quijote (otra vez porque hay que releerlo)
7.El arte de la guerra
8.El tao te kin
9.La poesía de Vallejo, César el peruano.
10.Las mil y una noches.

Salú pue,
Andrés ha dicho que…
1. La Odisea.
2. Los Miserables (saltándose los capítulos ensayísticos sin remordimiento).
3. Ana Karenina.
4. Los cuentos de Poe.
5. La casa de las bellas durmientes.
Samuel Andrés Arias ha dicho que…
mmm... va mi top 10 sin ningún orden y con ñapa:

1. Absalón, Absalón de Faulkner
2. Los cuentos de Chéjov
3. Las mil y una noches
4. Los cuentos de Poe
5. Los cuentos de Borges
6. Madame Bobary de Flaubert
7. Don quijote de Don Miguel
8. Lolita de Nobokov
9. Hiroshima de John Hersey
10. Cien años de soledad de Don GGM
11.Los detectives salvajes de Roberto Bolaño (el tiempo lo dirá)
lenin pérez pérez ha dicho que…
Samuel, está bueno eso de "el tiempo lo dirá", lástima no estemos sobre esta tierra para escuchar su voz, no?
Saludos.
yacasinosoynadie ha dicho que…
inmensos mandamientos... suenan lógicos, sensatos y sin pretensiones.
Ángela Cuartas ha dicho que…
También estoy muy de acuerdo con el consejo siete, sin querer implicar nada sobre las novedades.
Yo creo que con leer "Los hermanos Karamázov" unas cinco veces, un escritor ya tiene suficiente ejemplo. Y me refiero a ese libro únicamente porque es de los poquísimos imprescindibles que han puesto en sus listas que he leído y que me ha parecido, en efecto, imprescinsible y, ante todo, un placer inmenso. Esta entrada me hizo volver a ese libro, me parece increíble cómo lo puede releer uno cien mil veces sin dejar de disfrutarlo. Pero lo que más me gusta del consejo es la defensa de la calidad de lectura sobre la cantidad, ¡me exime de toda la vanidad de la que soy capaz!
maggie mae ha dicho que…
ay no!! por pura casualidad me estoy leyendo los hermanos Karamazov y la verdad me va como aburriendo, aunque por pura disciplina me lo sigo leyendo, puede ser que la edición que tengo, una de Aguilar de los 40 tiene una traducción como extraña, yo diría que es mejor Crimen y Castigo, que empieza como una novelita rusa ahí y se va volviendo grande grande.
entonces sigo la lista, no en este orden necesariamente:
2. el conde de montecristo o los tres mosqueteros. Dumas.
3. Ana Karenina tolstoi
4. Algún clásico de ciencia ficción aunque a Camilo casi no le gusten: Bradbury, Dick
5. Novela Picaresca española, tengo una selección, de Aguilar también y no recuerdo los autores, pero cualquiera estaría bien.
6. El amor en los tiempos del cólera
7. Las mil y una noches.
8. Verne
9. Algun japonés, Yukio Mishima o Yasunari Kawabata
10. Algún latinoamericano bueno, como ribeyro o cortazar (aunque digan que es pa' adolescentes, no me importa)
Me salí de lo estrictamente me clásico, pero, otra vez, no me importa.
Ángela Cuartas ha dicho que…
Qué haríamos si no hubiera cosas para todos los gustos, nos moriríamos del tedio y la depresión. La que yo leí es de Planeta de finales de los ochentas. La traducción es de Augusto Vidal. Estaba bien, creo.
Ángela Cuartas ha dicho que…
Me gustaría que alguien postulara el mayor libro imperdible de ciencia ficción. Es un género que me llama mucho la atención y no he hecho nada al respecto. El clásico de los clásicos, pues. Sería bueno empezar por ahí.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Adhiero a la petición de Ángela: aunque a mí el género mo me mosquea sí soy curiosón, y atendería una buena recomendación.
JuanDavidVelez ha dicho que…
Hablando de clasicos, en que pagina se pone bueno Ulises de Joyce, yo he llegado varias veces a la pagina 30, me imagino que ahi empieza lo mejor. Igual la montaña magica. Estoy vendiendo ambos libros, si de pronto saben de algun aspirante a escritor que quiera leerse esos dos clasicos me dicen, estan en perfecto estado, estan sin leer. (aclaracion: yo se que cuando un libro es un clasico por algo sera, se que es problema mio que no me
hayan gustado). De verdad, ¿en que pagina se pone bueno Ulises?

Ulises lo compre porque en el periodico salio este resumen: un dia en la vida de una persona, es la clase de persona que por la noche va a un putiadero y despues llega borracho a conversar con la esposa, que tema.
Andrés ha dicho que…
Juandavi, a los que les gusta el Ulises dicen que lo mejor es el monólogo de la mujer de Bloom. El problema es que está como en la página ochocientos. Y a mí, para serte sincero, no me justificó toda la pedaleada anterior. A la novela le disfruté mucho algunos fragmentos, pero estuvieron separados por laaaargos tramos de sufrimiento farragoso.

Lo mismo me sucedió con La Montaña Mágica. A ratos quería que a todos los matara la tuberculosis de una puta vez.

Así que no estás tan solo en el mundo.
Andrés ha dicho que…
Va otra herejía: de Phillip K. Dick me han parecido mejores las adaptaciones a cine que sus libros.
JuanDavidVelez ha dicho que…
Andrés, no se si conoces este sitio, Las cosas que le gustan a la gente blanca.> (Ese sitio lo conoci gracias a Carolina, ella lo tenia en su "blogroll").
De cualquier modo yo voy a insistir con Ulises, estoy seguro que ese libro es muy bueno. Ese libro debe ser uno de esos "placeres que se aprenden", algo asi como oir la W, de la que soy fiel oyente.
JuanDavidVelez ha dicho que…
Otra cosa y que pena. Una vez conoci una persona que estudiaba la carrera de musica. Y es verdad, el me contaba que por ejemplo en una materia el examen era que ponian pedacitos de obras y los alumnos tenian que "adivinar" la obra, para prepararse para el examen ellos tenian que oir cuidadosamente un monton de musica.
Apelaez ha dicho que…
No entiendo bien el mandamiento de no ser vanidoso. Sobre todo cuando toca concordarlo con el de no ser modesto. Por favor explique.
JuanDavidVelez ha dicho que…
Volvi a leer el de no ser vanidoso, apelaez tiene razon, el hombre si se enredo un poquito con ese mandamiento, creo que si al autor le pusieran a explicar ese mandamiento por radio gaguearia un rato y terminarian bravos el y la mesa de trabajo.

Un saludo a Camilo y a toda la mesa de trabajo.
Ángela Cuartas ha dicho que…
Para mí es clarísimo y no veo contradicción. Una cosa es no ser modesto (la modestia a veces puede ser una forma de vanidad) y otra es no ver más que el propio ombligo, pecado mortal que cometen algunos escritores. Apoyo totalmente ese consejo.

Un saludo a Juan David y toda su mesa de trabajo.
Apelaez ha dicho que…
A mi me parece un tanto vanidoso publicar un decalogo, no se que opine la mesa de trabajo
Anónimo ha dicho que…
Tengo que escribirlo. Camilo, soy una fiel lectora de este blog. Después de un tiempo de seguimiento a las lecturas de aquí, me di cuenta que lo conozco y que la verdad, no me cae bien, más bien me parece un tipo inflado por quién sabe qué cosas. Pero ya no puedo hacer nada, estoy prendida de sus textos. Me encanta casi todo lo que leo aquí y desde la jartera del anonimato sigo sus recomendaciones literarias. Bah, no me importa que no me caigas bien si puedo leerte. Felicitaciones por tu blog, Camilo. Has creado toda una familia del "ojo en la paja". Y una lengua afuera para el otro Camilo, para el que no me gusta.
Anónimo ha dicho que…
Estoy de acuerdo con Ángela y defiendo el mandamiento sobre la vanidad, no importa que el tipo suene un poco vanidoso (porque sí, suena un poco vanidoso). Y creo que con la modestia se refiere a no ser modesto a la hora de trabajar, es decir, no hay esfuerzo en vano.
Y Cami, lo siento, pero la sacada de lengua está buenísima, aunque no comparto sus motivaciones. Todo tú me caes muy bien, ya sabes.
C.
maggie mae ha dicho que…
de ciencia ficción hay varios que a mi me gustan:
Ray bradbury. El hombre ilustrado y Farenheit 451.
George R. Stewart. La tierra permanece.
Karel Čapek. La guerra de las salamandras.
De P. K. Dick no he leído ninguna novela, pero los cuentos me parecen buenos.
De adolescente me leí un montón y ya no recuerdo las otras y ya no las tengo porque mi hermano cuando se casó se las llevó. Pero esas que puse valen la pena.
JuanDavidVelez ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Andrés ha dicho que…
La anónima a la que Camilo le cae mal tiene razón: uno lo mira en persona y sí, el man parece inflado.
Andrés ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Andrés me dijo que iba a proponer una listica de libros clásicos que deben olvidarse, o que no merecen el calificativo. Parece que la iniciativa la tomó Juandaví. Me gusta la idea. Y concuerdo con ambos participantes: "Ulises" lo he empezado seis veces, y no he llegado más allá de la página 120. (Al menos se me deberá abonar la persistencia... lo emprenderé una séptima.) "La montaña mágica" tampoco pude terminarlo. "Fausto" me pareció un bodrio que tuve que terminar por obligaciones contractuales. "Guerra y paz", con mucho pesar, me pudo, pero me estaba gustando: creo que me desmoralizó todo lo que faltaba. Y con perdón para sus modernos adoradores, "Vida y destino" me está aburriendo, sigo leyéndolo pero está con matrícula condicional.

C, también me encantó la sacada de lengua. Lástima que lo hizo desde la oscuridad del anonimato.

Creo que Ángela hizo una muy buena defensa del señor Vizinczey y disolvió cualquier contradicción que pudo haber visto don Peláez.

¿Farenheit 451 es ciencia ficción? ¿Qué tiene de "ciencia"? O... ¿cómo se define el género? Es que en serio que no he leído nada, apenas ese de Bradbury, que no me pareció dentro del género. O hasta habré leído otros que eran "ciencia ficción", y uno sin saber...
Martín Franco Vélez ha dicho que…
Bacano que Andrés, Camilo y el resto digan así, abiertamente, que tal libro no les gustó por esto y esto a pesar de que a más de uno le dé reflujo. Así es el negocio: los buenos lectores -y los malos- tienen todo el derecho de hastiarse con lo que a otros les saca lágrimas de emoción. Yo paso con la lista pero me animo a decir que el año pasado iba pedaleando duro con Los hermanos Karamazov (y ojo: había unas subidas muy berracas, donde tocaba esforzarse un montón), pero se me quedó sin terminar. Luego lo agarro otra vez. Pongo uno que no es tan clásico y que todo el mundo alabó pero que a mí ni fu ni fa: La Carretera de Cormac McCarthy. Empiecen pues a tirar los tomates.
Andrés ha dicho que…
En general les lucho hasta el final, pero con El hombre sin atributos me tocó tirar la toalla.

De los contemporáneos reputadísimos, nunca les he podido coger el gusto a Bolaño, McEwan y Vila Matas. Buenos escritores que no son para mí. Haruki Murakami, en cambio, es que me saca la piedra de entrada.
Anónimo ha dicho que…
El capítulo 13 del Ulises y el catecismo son de lo mejor que he leido, un premio ppara el que llegue hasta allá, el monólogo del último capìtulo no me gustó y lo terminé por inercia. La montaña Mágica si que me encantó y el capítulo en que HC estuvo a punto de perderse en una avalancha de nieve es de una belleza arrolladora y desoladora. Con el mamotreto de Musil me pasó lo mismo que Andrés, deserté y de don Proust los tomos tres y cuatro me aburrieron años, como todo el mundo, me quedo con el primero y el último. Guerra y Paz casi me saca del ring a lo último pero la coroné. En ciencia ficción leí mucho Bradbury hace años y creo que Crónicas Marcianas es una cima recomendable.
Anónimo ha dicho que…
Yo también dejé el Ulises en la 300. Me devoré las primeras 250 páginas de Los detectives salvajes y paré en seco. Me habría gustado darle una segunda oportunidad pero nunca lo hice. Y (tomates par mí) leí toda La conjura de los necios pero no me gustó tanto como a muchos.
Cami, me sorprendió encontrar en tu primera lista Otra vuelta de tuerca. Fue un libro que leí chiquita, estaba en la casa porque se lo habían puesto a leer a mi hermana en el colegio. En esa época me asustaba un montón la cubierta que usaron para esa edición de Alfaguara, si mal no recuerdo. Ni qué decir la historia.
C.
Mónica Palacios ha dicho que…
Me perdonará la opinión general, pero a mí los mandamientos de Vizinczey no me parecen tan sensatos. O mejor, no me parece que sean condiciones sine qua non para el oficio de escribir; tal vez sí para ser un escritor querido, chévere, simpático. Excepto los mandamiento 7, 9 y 10, los demás son muy útiles para adquirir diciplina, constancia, temple, pero sirven igual para ser escritor que contador público o economista.
Seguramente la insensata soy yo, pero creo que si un escrito sale mal porque el autor fuma, se emborracha o se droga, es más porque es mal escritor y menos por lo que le mete a su cerebro y pulmones; lo más probable es que su estilo no mejore si deja de consumir, para no entrar en la laaarga lista de muy buenos escritores alcohólicos, drogos y la de fumadores que debe ser interminable. Lo mismo pasa con los puntos sobre los gastos, la vanidad, la modestia.
Cuando se habla de mandamientos uno piensa en lo indispensable, lo imprescindible, pero el fusilado, Cami, me suena más a una lista de buenos consejos --que supongo le han funcionado a él-- con un título pretencioso.

Y ya que ando por aquí y no se ha mencionado, un clásico que he releído unas tres veces es Crimen y castigo.
JuanDavidVelez ha dicho que…
En esos libros rusos lo maluco son las primeras paginas, porque esos autores despues de describir los carruajes empiezan con la parte bacana.

Yo empece a leer Ana Karenina, me parecio muy cursi como sufria Ana por sus duques, entre otras cosas, ¿el duque que era un caballero si se la come?, ¿en que pagina se la come?. Pero voy a volver a intentar, varios de los clasicos que listaron los tengo.

Pero yo si soy mas de malas, no solo no me gustan los clasicos sino que tampoco me gustan los simpsons, asi que en toda conversacion quedo fuera de vista, no tengo referentes para conversar, cuando dicen "mira, es igualito a Mr Burns", para mi es como si me dijeran que tal es igualita a Ana Karenina.

En cambio a juzgar por sus clasicos Burgos si puede hablar mierda con gente de muchos siglos, empezando por la odisea. (la pelicula que dan en semana santa es muy bacana)
JuanDavidVelez ha dicho que…
Pero creo que si hay un cuento memorable es Axolotl de Cortazar, creo que nadie ha sido capaz de olvidar que un dia fue la pregunta de los 20 millones en quien quiere ser millonario, en serio. Yo maldije no haber ido al programa ese dia.
Ángela Cuartas ha dicho que…
El humor paisa es un clásico imperdible. Juan David y Andrés me han hecho reír como partes de La conjura de los necios o de El Quijote.
Carolina VK ha dicho que…
Cuando preguntaron por el clásico de ciencia ficción, yo solo pude pensar, inmediatamente, en La máquina del tiempo de H.G. Wells. Fue el primer libro largo que leí, como en quinto de primaria, y creo que es al que le debo que me guste leer. Claro está que me da miedo volverlo a leer, no sé si me guste como antes.
Y mi clásico favorito es el primer tomo de En busca del tiempo perdido. No puedo decir que los siete tomos porque llegué solo hasta el tercero, que me aburrió hasta la muerte. Ahí están los otros cuatro mirándome desde la biblioteca con desprecio.
Anónimo ha dicho que…
1.Todo Paulo Cohelo, 2. Érase una vez el amor pero tuve que matarlo, 3. Dónde Está la Franja Amarilla, 4.Nunca En Cines, 5. Todo Deepak Chopra 6. El Olvido Que Seremos 7. El Código Da Vinci 8. No Nacimos Pa' Semilla, 9. Memoria De Mis Putas Tristes 10. El Vendedor Más Grande Del Mundo
Anónimo ha dicho que…
1.Todo Paulo Cohelo, 2. Érase una vez el amor pero tuve que matarlo, 3. Dónde Está la Franja Amarilla, 4.Nunca En Cines, 5. Todo Deepak Chopra 6. El Olvido Que Seremos 7. El Código Da Vinci 8. No Nacimos Pa' Semilla, 9. Memoria De Mis Putas Tristes 10. El Vendedor Más Grande Del Mundo
JuanDavidVelez ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
maggie mae ha dicho que…
el último anónimo quiso ser charro, y no fue ni cinco. Si se va a echar un chistecito, primero que sea charro y segundo ponga el nombre.
JuanDavidVelez ha dicho que…
La lista del anonimo contiene algunos volumenes que se encuentran en los anaqueles de mi biblioteca.

Mis anaqueles guardan un volumen de nunca en cines, tambien hay un volumen de no nacimos pa semilla. Ese libro de Alonso Salazar lo he releido. De Salazar tambien lei mujeres de fuego que me gusto mucho, me gustaria leer uno que el escribio que se llama la segunda fundacion de Medellin.
JuanDavidVelez ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Yo creo saber quién es el anónimo. Acostumbraba a pasar por acá y comentar y pelear con su nombre. O tenía varios nombres. Pero ante las sandeces que decía a ratos todo el mundo se le iba encima, y entonces ahora opta por el anonimato. Creo que hizo la lista como chiste pero sobre todo para meter ahí, en ese montón de deleznables, la segunda novela de Burgos. La idea no era hacer el chiste ni ser heterodoxo, Maggie, era seguir consumando su pírrica venganza hacia Burgos. Y no voy a comentar nada más al respecto, porque no vale la pena: sigamos en lo que estábamos, y pronto pongo una reseñita de una novela que he estado leyendo que me ha estado encantando.
Johan Bush Walls ha dicho que…
Se puso chilero este post.

El Ulises de Joyce es monumental, pero tiene eso que todos dicen, o se le ama o se le odia, porque es difícil de leer; pienso que un libro no debería ser difícil de leer, pero eso se le perdona al Ulises. Creo que quien no pudo terminar de leerlo no lo hará nunca. No hay que darle más vueltas.

Viendo la lista del último anónimo, hay libros que son malos, que uno sabe que son malos, que todo mundo sabe que son malos, pero que se leen y se disfrutan con cierto cargo de conciencia; a ver si ahora se animan a anotar los libros malos que les gustan.

Por mi parte les digo que me gustan los de Agatha Christie.
Apelaez ha dicho que…
Pero si los de Agatha Christie son buenos don Johan. ¿A usted le parecen malos pero entretenidos?
Apelaez ha dicho que…
Apuesto a que el anonimo nunca ha leido a Depak Chopra. La verdad yo tampoco. Al parecer podria ser bueno sacar un libro con los libros que no se ha leido pero de los cuales se puede burlar para parecer culto, o cool, o algo. Seria un exito, sobre todo pa mancitos como el anonimo.
Johan Bush Walls ha dicho que…
Así es maestro Apelaez, son malos pero entretenidos, creo que todos están hechos con la misma estructura, como una especie de esquema que solo se rellena.

Salú pue.
JuanDavidVelez ha dicho que…
Don Johan, en Colombia hay dos generos que son: el documental escrito sobre mafiosos y el documental escrito por secuestrados. A mi me gustan mucho esos libros. Con excepcion del cartel de los sapos, que hijueputa libro tan malo y tan maluco, aunque la telenovela si fue muy bacana.

En los libros de secuestrados soy esperando la parte donde describen las pichadas, y señores, les tengo una noticia, de pichadas no hablan nada en esos libros.

Tambien me gustan las biografias de estrellas de nuestra television, por ejemplo el de Fanny Mickey o el de Pacheco. Esos libros me gustan. (tranquilos, yo se que Fanny Mickey no era estrella de nuestra television, pero para mi es como si lo fuera).
Apelaez ha dicho que…
Del genero "documental vivencial de secuestrados" mi favorito es el de los gringos. Van rotando la narracion como en el cuarteto de alejandria (libro que no he leido pero que dicen que esta compuesto por varias narraciones desde varios puntos de vista). Lo bueno es que los gringos saben de armas, de helicopteros de formacion militar,no tienen el afan retorico de sus contrapartes colombianas (como los politicos) y las referencias suelen ser de peliculas o series de TV que uno ha visto (tal vaina se parece a Rambo III, tal otra a noseque). Intertextualidad le dicen a eso los expertos. En resumidas cuentas, es como leer"fuerza delta II".
maggie mae ha dicho que…
ay!! Johan, empiezo yo, los libros de señoras me encantan: Rosa Montero, Angeles Mastretta, algunos de Laura Restrepo, esto ya lo había dicho en otro blog: este tipo de literatura como femenina. Ahora sí cáiganme.
maggie mae ha dicho que…
ah, me faltó, si son señores escribiendo literatura femenina NO, como Mira si yo te querré, de Luis Leante. Esos sí que no.
Ángela Cuartas ha dicho que…
Johan, Mujeres que danzan con los lobos y Condorito.
Jorge Mario Sánchez ha dicho que…
Llego tarde a mi lista de clásicos (para abreviar, omito poesía):

Las 1001 noches.
Hamlet.
Chéjov (lo que se consiga, cuento y teatro, no tiene presa mala).
Borges.
Crimen y castigo.
Guerra y paz.
Mujeres enamoradas, de D.H. Lawrence.
Sexus, de Miller.
El otoño del patriarca (o alguna de las grandes novelas de Gabo).
Filosofía en el tocador, o si lo prefieren Los 120 días de Sodoma.
Contrapunto, de Huxley.
Todos los cuentos de Carver.
Todos los cuentos de Hemingway.
Todos lo cuentos de Quiroga.
Todos los cuentos de Rubem Fonseca.
Algunos cuentos de Cortázar y 62/Modelo para armar.

Hay más, pero dejo ahí. El primer tomo del Quijote me lo leí hace muchos años, pero aunque me gustó voy a seguir diciendo que no me lo he leído hasta que lo acabe todo.
Tamaño Oficio ha dicho que…
http://www4.loscuentos.net/forum/4/2316/
Camilo Jiménez ha dicho que…
Notable aporte, Dámaso. Puse el enlace en mis favoritos, porque hay varios que no conocía. Gracias mil.
Anónimo ha dicho que…
Por fin fui capaz de que un maldito link me quedara bien.

Bien por lo Hrabal; no me interesó este último "corrido". Saludos.

D.